
Dios no necesita gentiles en el cielo. Aquellos a quienes Él ya ha sellado son suficientes, pues Dios, siendo el Creador omnipotente, no necesita a ningún ser humano. Si los gentiles aceptaran este hecho, algo sorprendente ocurriría en las iglesias: perderían su autoestima inflada, se humillarían, se arrepentirían de años de abierta desobediencia y comenzarían a buscar obedecer fielmente todas las leyes que Dios entregó a los profetas del Antiguo Testamento y a Jesús en los Evangelios. El Señor los sanaría y los enviaría al Hijo para perdón y salvación. La salvación es individual. No sigas a la mayoría solo porque son muchos. El fin ya ha llegado. Obedece mientras estés vivo. | El gentil que se una al Señor para servirlo siendo así su siervo y que se mantenga firme en mi pacto también lo llevaré a mi santo monte Isaías 56:6-7
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