EL PLAN DE SATANÁS CONTRA LOS GENTILES
EL FRACASO DE SATANÁS Y SU NUEVA ESTRATEGIA
Pocos años después de que Jesús regresara al Padre, Satanás comenzó su plan a largo plazo contra los gentiles. Su intento de convencer a Jesús de unirse a él había fracasado (Mateo 4:8-9), y todas sus esperanzas de mantener a Cristo en la tumba fueron destruidas para siempre con la resurrección (Hechos 2:24).
Lo que le quedaba a la serpiente era continuar haciendo entre los gentiles lo que siempre había hecho desde el Edén: convencer a la humanidad de que no obedeciera las leyes de Dios (Génesis 3:4-5).
DOS OBJETIVOS DEL PLAN
Para lograr esto, era necesario cumplir dos cosas:
- Los gentiles debían ser alejados lo más posible de los judíos y de su fe —una fe que había existido desde la creación de la humanidad—. La fe de la familia de Jesús, de sus amigos, apóstoles y discípulos debía ser abandonada.
- Se necesitaba un argumento teológico para aceptar que la salvación ofrecida a los gentiles era diferente de cómo se había entendido la salvación desde el principio de los tiempos. Este nuevo plan de salvación debía permitir a los gentiles ignorar las leyes de Dios.
El diablo entonces inspiró a hombres talentosos para crear una nueva religión para los gentiles, completa con un nuevo nombre, tradiciones y doctrinas. La más crítica de estas doctrinas les hizo creer que uno de los principales propósitos del Mesías era “liberar” a los gentiles de la obligación de guardar la Ley.

EL DISTANCIAMIENTO DE ISRAEL
EL DESAFÍO DE LA LEY PARA LOS GENTILES
Todo movimiento necesita seguidores para sobrevivir y crecer. La Ley de Dios, que hasta ese momento era observada por los judíos mesiánicos, comenzó a representar un desafío para el creciente grupo de gentiles dentro de la iglesia recién formada.
Mandamientos como la circuncisión, la observancia del séptimo día y la abstención de ciertas carnes empezaron a ser vistos como obstáculos para el crecimiento del movimiento. Poco a poco, el liderazgo comenzó a hacer concesiones a este grupo, bajo el falso argumento de que la venida del Mesías incluía una flexibilización de la Ley para los no judíos, aunque tal argumento carecía de todo fundamento en el Antiguo Testamento o en las palabras de Jesús registradas en los cuatro Evangelios (Éxodo 12:49).
LA RESPUESTA DE LOS JUDÍOS ANTE LOS CAMBIOS
Mientras tanto, los pocos judíos que aún mostraban interés en el movimiento —atraídos por los milagros y señales realizados por Jesús unas pocas décadas antes y fortalecidos por la presencia de testigos oculares, incluidos algunos de los apóstoles originales— quedaron, comprensiblemente, perturbados por el abandono gradual de la obligación de observar las leyes de Dios entregadas a través de los profetas.
Estas eran las mismas leyes que Jesús, los apóstoles y los discípulos habían seguido fielmente.
LAS CONSECUENCIAS DEL DISTANCIAMIENTO
EL ESTADO ACTUAL DE LA ADORACIÓN
El resultado, como sabemos, es que millones de personas se reúnen semanalmente en iglesias afirmando adorar a Dios, mientras ignoran por completo el hecho de que este mismo Dios apartó para Sí una nación mediante un pacto.
LA PROMESA DE DIOS A ISRAEL
Dios declaró claramente que nunca rompería este pacto:
"Así como las leyes del sol, la luna y las estrellas son inmutables, así también los descendientes de Israel nunca dejarán de ser la nación delante de Dios para siempre" (Jeremías 31:35-37).
EL PACTO DE DIOS CON ISRAEL
LA SALVACIÓN A TRAVÉS DE ISRAEL
En ninguna parte del Antiguo Testamento leemos que habría bendición o salvación para quienes no se unan a Israel:
"Y Dios dijo a Abraham: Serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan; y en ti serán bendecidas todas las familias de la tierra" (Génesis 12:2-3).
Incluso el mismo Jesús fue inequívoco al afirmar que la salvación proviene de los judíos:
"Porque la salvación viene de los judíos" (Juan 4:22).
LOS GENTILES Y LA OBEDIENCIA
El gentil que desea ser salvado por Cristo debe seguir las mismas leyes que el Padre entregó a la nación elegida para Su honra y gloria —las mismas leyes que Jesús y Sus apóstoles observaron—.
El Padre ve la fe y el valor de ese gentil, a pesar de los desafíos. Derrama Su amor sobre él, lo une a Israel y lo conduce al Hijo para el perdón y la salvación.
Este es el plan de salvación que tiene sentido porque es verdadero.
LA GRAN COMISIÓN
LLEVANDO LAS BUENAS NUEVAS
Según los historiadores, después de la ascensión de Cristo, varios apóstoles y discípulos obedecieron la Gran Comisión y llevaron el evangelio enseñado por Jesús a las naciones gentiles:
- Tomás fue a la India.
- Bernabé y Pablo fueron a Macedonia, Grecia y Roma.
- Andrés fue a Rusia y Escandinavia.
- Matías fue a Etiopía.
Las Buenas Nuevas se difundieron ampliamente.
EL MENSAJE SE MANTUVO INALTERABLE
El mensaje que debían predicar era el mismo que enseñó Jesús y estaba centrado en el Padre:
- Creer que Jesús vino del Padre.
- Obedecer las leyes del Padre.
Jesús dejó claro a los primeros misioneros que no estarían solos en su misión de difundir las Buenas Nuevas del Reino de Dios. El Espíritu Santo les recordaría lo que Cristo les había enseñado durante su tiempo juntos:
"Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho" (Juan 14:26).
La instrucción era continuar enseñando lo que habían aprendido de su Maestro.
SALVACIÓN Y OBEDIENCIA
UN SOLO MENSAJE DE SALVACIÓN
En ninguna parte de los Evangelios vemos a Jesús sugiriendo que Sus misioneros llevarían un mensaje de salvación diferente, diseñado especialmente para los no judíos.
FALSA DOCTRINA DE SALVACIÓN SIN OBEDIENCIA
La idea de que los gentiles podrían obtener la salvación sin obedecer los santos y eternos mandamientos del Padre está ausente en las enseñanzas de Jesús.
La doctrina de la salvación sin obediencia a la Ley no tiene respaldo en las palabras de Jesús y, por lo tanto, es falsa, sin importar cuán antigua o popular sea.
Volver a la lista de estudios