La Ley de Dios: Devocional Diario: "La oración hecha por un justo puede mucho en sus...

“La oración hecha por un justo puede mucho en sus efectos” (Santiago 5:16).

Dios conoce cada detalle de nuestra vida. Él ve nuestros dolores, cuenta nuestras lágrimas y sabe exactamente lo que enfrentamos. No hay nada que podamos ocultar de Él, pues fue el propio Dios quien permitió ciertas pruebas para enseñarnos, fortalecernos y conducirnos más cerca de Él. Pero, a pesar de conocer todo, Él desea que clamemos a Él por liberación, pues la oración es la forma que Él estableció para relacionarnos con Su gracia y misericordia.

Sin embargo, no basta simplemente pedir; la oración que Dios atiende es la oración del justo – aquel que busca agradarle y vive en obediencia a Sus mandamientos. Cuando oramos con humildad y un corazón verdaderamente decidido a obedecer todo lo que Él ya nos ha instruido en las Escrituras, nuestra súplica es escuchada y respondida. Dios no rechaza la oración de Sus hijos fieles. Él restauró a Su pueblo en el pasado y continúa restaurando hoy a aquellos que Le aman y demuestran ese amor mediante la obediencia.

Si esta es la verdad, ¿por qué no hacerlo ahora? ¿Qué le impide rendirse completamente al Señor y confiar en Él? Comience a obedecer la poderosa Ley de Dios, y entonces verá la mano del Señor actuando en su vida y en la vida de las personas que ama. No hay barreras para aquellos que se colocan ante Dios con un corazón sumiso y dispuesto a seguir todo lo que Él ha revelado. La paz que busca y las respuestas que desea vendrán a su debido tiempo – pues Dios nunca abandona a los justos. -Adaptado de Henry Müller. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Querido Dios, es verdad que Tú conoces cada detalle de mi vida. Ves mis dolores, cuentas mis lágrimas y sabes exactamente lo que enfrento. Sé que nada está oculto a Tus ojos y que cada prueba tiene un propósito: enseñarme, fortalecerme y conducirme más cerca de Ti.

Mi Padre, hoy Te pido que me enseñes a orar con un corazón justo, sincero y lleno de obediencia. No quiero solo pedir, sino vivir de manera que mi vida sea agradable a Ti, siguiendo con fidelidad Tus mandamientos. Sé que escuchas y respondes a la oración de aquellos que Te aman y demuestran ese amor a través de la obediencia. Dame la humildad de reconocer Tus instrucciones y la fuerza para seguirlas sin vacilar, confiando en que Tu voluntad es perfecta.

Oh, Santísimo Dios, Te adoro y Te alabo porque nunca abandonas a aquellos que Te buscan con sinceridad. Gracias porque la paz que busco y las respuestas que espero vendrán en Tu tiempo, pues eres fiel para cumplir Tus promesas. Que mi oración esté acompañada de una vida sumisa a Ti, para que pueda ver Tu mano actuando poderosamente en mi vida y en la vida de aquellos que amo. Tu Hijo amado es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es mi escudo y espada contra los ataques del enemigo. Tus mandamientos son como la brisa suave que acaricia y tranquiliza mis pensamientos. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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