
Juan el Bautista fue el único mensajero de Dios profetizado en el Antiguo Testamento y confirmado por Jesús. Además de Juan, no hay profecías, ni de los profetas del Señor ni en las palabras de Jesús en los evangelios, sobre el envío de otro hombre, dentro o fuera de la Biblia, cuyos enseñanzas debiéramos seguir. El gentil que conscientemente ignora las leyes eternas de Dios basándose en lo que leyó o escuchó de algún hombre que surgió después de que Jesús regresara al Padre se está basando en enseñanzas humanas. Nuestra única garantía contra los engaños de la serpiente es seguir fielmente las leyes que Dios nos dio a través de los profetas y de Su Hijo amado. Cualquier otra fuente de doctrina está sujeta a la interferencia humana. | “No añadan ni quiten nada a los mandamientos que les doy. Simplemente obedezcan los mandamientos del Señor, su Dios.” Deut 4:2.
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