Devocional Diario: "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia...

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados" (Mateo 5:6).

Las realidades del cielo solo son deseadas por aquellos que han nacido de lo alto. Para estos, la santidad se convierte en placer, la adoración sincera es alegría, y las cosas de Dios son alimento para el alma. Esta es la verdadera señal de la vida espiritual: encontrar contentamiento no en lo que el mundo ofrece, sino en todo lo que viene del Señor.

Y esa vida solo es posible cuando recibimos el Espíritu de obediencia, que nos lleva a guardar los espléndidos mandamientos del Altísimo. No es una carga, sino una elección de amor y reverencia. Quien busca al Señor de esta manera pasa a valorar cada orden divina como un tesoro que fortalece el corazón y lo prepara para la eternidad.

Así que, examínese: ¿dónde está su placer? Si está en la fidelidad al Señor, usted está en el camino de la vida. El Padre revela Sus planes y concede bendiciones eternas a aquellos que andan según Su santa Ley, conduciéndolos al Hijo para encontrar perdón y salvación. Adaptado de J.C. Philpot. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Padre santo, reconozco que solamente aquellos que nacen de lo alto pueden disfrutar de Tu presencia como el mayor placer de la vida. Dame un corazón enfocado en lo que es eterno.

Señor amado, guíame a obedecer fielmente Tus espléndidos mandamientos. Que mi mente se ocupe de las cosas del cielo y que mi alma encuentre alegría en andar en Tu voluntad.

Oh, Dios querido, Te agradezco porque me enseñas a desear lo que es santo y eterno. Tu amado Hijo es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es delicia para mi alma. Tus mandamientos son como miel que endulza mi camino. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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