Devocional Diario: "Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y...

"Despierta, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y Cristo te iluminará" (Isaías 60:1).

La muerte espiritual es la forma más profunda de separación de Dios. Es vivir sin sentir Su presencia, sin buscar Su voluntad, sin desear Su santidad. Es caminar como un cuerpo vivo con un alma dormida —sin fe, sin temor, sin reverencia. Esta muerte no tiene tumba visible, pero sus marcas están en el corazón que ya no se estremece ante el pecado ni se conmueve ante la majestad divina.

Pero el Señor, en Su infinita misericordia, ofrece nueva vida a quienes eligen obedecer los sublimes mandamientos del Altísimo. Es por medio de la obediencia que el corazón muerto despierta, y el Espíritu de Dios vuelve a habitar en el interior. La fidelidad a Su Ley restaura la comunión perdida, reaviva el santo temor y devuelve al alma la sensibilidad espiritual.

Así que, si el corazón parece frío y distante, clama al Señor para que reavive la vida en ti. El Padre no rechaza a quien desea levantarse del sueño de la muerte. Quien se vuelve a Él con arrepentimiento y fidelidad es despertado por la luz de Cristo y conducido a la verdadera vida —eterna e incorruptible. Adaptado de J.C. Philpot. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Padre amado, te alabo porque tienes poder para despertar el corazón muerto y devolver vida donde antes había tinieblas. Toca mi alma y hazme sentir nuevamente Tu presencia.

Señor, guíame para que viva según Tus sublimes mandamientos, dejando atrás todo lo que es muerte y abrazando la vida que viene de Ti.

Oh, Dios querido, te agradezco porque me llamas a vivir nuevamente en Tu luz. Tu Hijo amado es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es el soplo que despierta mi alma. Tus mandamientos son la llama que me mantiene vivo delante de Ti. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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