Devocional Diario: Y, cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien...

“Y, cuando estéis orando, si tenéis algo contra alguien, perdonad, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras ofensas” (Marcos 11:25).

Jesús nos enseñó que el perdón que pedimos a Dios está directamente relacionado con el perdón que ofrecemos a los demás. No podemos buscar misericordia por nuestras faltas y, al mismo tiempo, guardar rencores y resentimientos en el corazón. El perdón verdadero es una elección diaria: soltar el peso de la amargura y permitir que el amor de Dios ocupe el lugar de la herida. Cuando recordamos las cosas buenas y dejamos atrás el mal, el corazón se vuelve ligero y la oración, sincera.

La obediencia a la magnífica Ley de Dios nos enseña ese camino de perdón. Jesús y Sus discípulos vivieron en fidelidad a esas espléndidas instrucciones, mostrando que amar y perdonar forman parte del mismo mandamiento divino. La Ley del Señor no trata solo de rituales, sino de un corazón transformado por la obediencia. Dios revela Sus planes a quienes viven sin rencor y buscan la pureza que proviene de hacer lo que Él ordena.

El Padre bendice y envía a los obedientes al Hijo para perdón y salvación. Libera hoy el perdón, y el Señor liberará tu alma, haciendo tu corazón digno de ser tocado por la misericordia del Altísimo. Adaptado de J. R. Miller. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Señor, enséñame a perdonar como Tú me perdonas. Que no guarde rencor en mi corazón, sino que siempre elija el camino de la paz y la compasión.

Recuérdame, Padre, las buenas acciones de las personas y ayúdame a olvidar las ofensas. Que viva en armonía con todos y Te sirva con un corazón limpio.

Oh, Dios amado, Te agradezco por enseñarme el valor del perdón. Tu amado Hijo es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es el espejo de Tu justicia y bondad. Tus mandamientos son caminos de paz que restauran mi corazón. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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