Devocional Diario: "Con amor eterno te he amado; por eso, con bondad...

"Con amor eterno te he amado; por eso, con bondad te atraje" (Jeremías 31:3).

Dios no crea almas y simplemente las lanza al mundo para que luchen solas, perdidas entre multitudes. Él planea cada vida con cuidado, atención y propósito. El Señor nos conoce por nombre, acompaña cada paso y nos ama de manera tan personal que, si fueras el único ser humano sobre la tierra, Su amor por ti no sería ni mayor ni menor. Así es como Él trata a los Suyos: individualmente, profundamente e intencionalmente.

Y precisamente por ese amor tan personal, Él nos llama a seguir la magnífica Ley de Dios y Sus extraordinarios mandamientos. El plan del Padre no es vago ni genérico; Él guía a cada alma por los caminos que estableció desde el principio. Todos los profetas, apóstoles y discípulos entendieron esto y vivieron obedeciendo, porque sabían que Dios revela Sus planes solo a quienes caminan en fidelidad. La obediencia es la forma práctica de responder al amor divino y también el camino por el cual el Padre envía a cada siervo fiel al Hijo para recibir perdón y salvación.

Por eso, recuerda diariamente: no estás perdido en la multitud. Dios te ve, te guía y te ama personalmente — y espera que tu corazón responda con obediencia. La vida gana claridad, propósito y dirección cuando decidimos caminar en Sus mandamientos, sabiendo que cada paso fiel nos acerca al destino que el Padre planeó. Adaptado de J.R. Miller. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Padre amado, gracias porque Tu amor es personal, profundo y constante. Tú me conoces por nombre y diriges cada detalle de mi vida.

Mi Dios, ayúdame a responder a Tu amor con fidelidad, caminando en Tus mandamientos como lo hicieron los siervos que vinieron antes de nosotros. Que nunca olvide que la obediencia es el camino seguro que el Señor preparó.

Oh, Señor amado, te agradezco porque planeaste mi vida con propósito y amor. Tu Hijo amado es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es la dirección perfecta para mi camino. Tus mandamientos son la expresión de Tu cuidado sobre mí. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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