Devocional Diario: "El Señor es mi pastor; nada me faltará" (Salmos...

"El Señor es mi pastor; nada me faltará" (Salmos 23:1).

La vida trae batallas, desafíos y momentos de gran solemnidad. Pero quien cree en el Pastor de sus almas encuentra fuerza para avanzar, cumplir con el deber y vencer cada prueba. La fe en el Señor sostiene la obediencia, y la obediencia alimenta la fe, creando un círculo de confianza y victoria. Al final de la jornada, cuando cesen las luchas de la tierra, esa misma fe se transformará en cántico de conquista.

Para caminar así, es necesario seguir los magníficos mandamientos del Altísimo, que nos guían como un bastón seguro en las sendas del día a día. Cada acto fiel, cada paso obediente construye firmeza interior y nos prepara para la eternidad. De esta manera, incluso ante las luchas, sentimos la paz del Pastor conduciéndonos con cuidado y propósito.

Así que avanza sin miedo. El Pastor celestial guía a los obedientes por aguas tranquilas y, al final del camino, contemplan la luz del cielo reflejada en las aguas eternas. Quien persevera en la voluntad del Señor descubre que la muerte es solo un paso hacia la radiante paz de Su presencia. Adaptado de Stopford A. Brooke. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Padre amado, me acerco a Ti con el corazón dispuesto a seguir Tu camino, incluso ante las batallas de esta vida.

Señor, guíame para que camine fielmente en Tus magníficos mandamientos. Que mi fe sea fortalecida por la obediencia, y mi obediencia, sostenida por la fe.

Oh, Dios querido, te agradezco porque me conduces como un Pastor perfecto. Tu amado Hijo es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es el cayado que guía mis pasos. Tus mandamientos son aguas tranquilas que refrescan mi alma. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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