Devocional Diario: "El Señor se me apareció hace mucho tiempo, diciendo: Con amor...

"El Señor se me apareció hace mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por eso te sigo mostrando mi lealtad" (Jeremías 31:3).

El amor de Dios no falla. Cuando la noche es más oscura, Su luz permanece encendida; cuando atravesamos desiertos, Su fuente no se seca; cuando caen las lágrimas, Su consuelo no se agota. Él prometió cuidar de nosotros, y cada una de Sus palabras está respaldada por el propio poder del cielo. Nada puede impedir el cumplimiento de lo que el Altísimo ha determinado para aquellos que Le pertenecen.

Esa seguridad crece en nosotros cuando elegimos vivir según los sublimes mandamientos del Señor. Ellos nos ayudan a reconocer el cuidado divino, fortalecen nuestra confianza y nos mantienen cerca de Aquel que no puede negarse a Sí mismo. Cada paso de obediencia es un acto de fe que abre espacio para que el amor eterno de Dios actúe en nuestra vida.

Así que descansa en la fidelidad del Altísimo. Él no abandona a los Suyos, cumple cada promesa y llena de fuerza a los que caminan con Él. Quien vive en obediencia descubre que el amor del Señor está siempre dispuesto, convirtiéndose en fuente de poder, esperanza y salvación en Jesús. Adaptado de John Jowett. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Padre amado, te alabo por tu amor eterno, que no falla y no se agota, incluso en las horas más difíciles.

Señor, enséñame a guardar tus sublimes mandamientos para que viva cada día más cerca de Ti, confiando en que tu palabra se cumple en el momento adecuado.

Oh, Dios querido, te agradezco porque tu amor nunca falla. Tu amado Hijo es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es una fuente inagotable que me fortalece. Tus mandamientos son tesoros que me sostienen en el camino. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



Compartir