
Si alguien comienza a enseñar algo que invalida la santa y eterna Ley de Dios, debemos cesar de escucharlo inmediatamente. En ese preciso momento, esa persona revela ser la misma voz que convenció a Eva de que nada malo ocurriría si desobedecía a Dios. La serpiente sigue decidida en su misión de hacer que cada hijo de Adán desobedezca al Señor. Después del Edén, su mayor éxito fue la creación de la doctrina del “favor inmerecido”, en la que millones se apoyan para vivir en desobediencia abierta a las leyes de Dios, creyendo que, aún así, ascenderán con Jesús. Dios no envía desobedientes a Su Hijo, sino solo al alma que se dispone a seguir las mismas leyes entregadas a Israel, la nación que Él eligió para Sí. | “Aquí está la perseverancia de los santos, de aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe en Jesús.” Apo 14:12
Haz tu parte en la obra de Dios. ¡Comparte este mensaje!