
Casi siempre, las personas que dicen que nadie puede obedecer las leyes de Dios nunca siquiera lo han intentado. Les gusta esa frase porque suena convincente y parece liberarlas para continuar en el pecado. Pero ese argumento no engaña a Dios, que conoce la verdadera razón por la cual no siguen Sus mandamientos. La verdad es que nadie será bendecido por Dios o salvado por Jesús si no busca seguir todas las leyes que Él entregó a la nación que separó para Su honor y gloria. El Padre observa la dedicación de aquellos que siguen Sus leyes, los bendice y los conduce al Hijo. Cualquier excusa para no obedecer a Dios es inútil. | “Aquí está la perseverancia de los santos, de aquellos que guardan los mandamientos de Dios y la fe en Jesús.” Apocalipsis 14:12
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