
No es necesario ser un teólogo para concluir, sin ninguna duda, que la doctrina más popular en la mayoría de las iglesias es falsa. Sus resultados catastróficos hablan por sí mismos. La doctrina del “favor inmerecido” ha llevado a millones de almas al error fatal de creer que pueden, sí, ignorar las santas leyes que Dios, nuestro Creador, nos entregó por los profetas y por Jesús, y aún así heredar la vida eterna. La triste realidad es que esto no ocurrirá. La salvación es individual. Ningún gentil subirá sin buscar seguir las mismas leyes entregadas a Israel, leyes que el propio Jesús y Sus apóstoles seguían. No sigas a la mayoría porque son muchos. Obedece mientras estás vivo. | “Tú ordenaste tus mandamientos, para que los cumplamos a la perfección.” Salmos 119:4
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