
Desde el Edén, la serpiente ha buscado hacer que los seres humanos desobedezcan a Dios. Jesús, sin embargo, nos enseña a obedecer fielmente al Padre. Él reprendió a los líderes por aflojar la Ley de Dios entregada a los profetas del Antiguo Testamento, revelando, por ejemplo, que el adulterio comienza en la mirada y el asesinato en el odio. Millones en las iglesias han sido engañados y han aceptado la mentira de que ahora Dios no quiere más obediencia a las leyes, sino solo que confíen en Jesús para asegurar el cielo, como si el Hijo hubiera venido para salvar a los desobedientes declarados. El engaño es evidente, pero no quieren verlo, porque, al igual que en el Edén, la oferta de la serpiente les parece demasiado buena para rechazarla. Como Dios advirtió: Ciertamente morirán. | “Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios [Antiguo Testamento] y la obedecen.” Lucas 11:28
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