
Que quede claro: el diablo es solo una criatura, como cualquier otra. Contrariamente a lo que algunos creen, Dios no está compitiendo con el diablo por las almas de los gentiles. La serpiente inspiró a hombres a crear un falso plan de salvación que exime a los gentiles de obedecer las eternas leyes de Dios, algo que Jesús jamás enseñó. Pero, si alguien prefiere escuchar a la serpiente, Dios no lo impedirá, así como no impidió a Eva. La verdad, sin embargo, es que nuestra salvación viene al seguir las mismas leyes que el Padre entregó a la nación elegida para Su honor y gloria. El Padre se agrada de nuestra fe y humildad, nos une a Israel y nos conduce a Jesús. Ese es el plan de salvación que tiene sentido, porque es el verdadero. | El gentil que se una al Señor, para servirle, siendo de este modo su siervo... y que se mantenga firme en mi pacto, también lo llevaré a mi santo monte. (Isaías 56:6-7)
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