"¡Oh Señor, cuán variadas son tus obras! Todas ellas las hiciste con sabiduría; la tierra está llena de tus riquezas" (Salmos 104:24).
Saber que el amor es el origen de toda la creación es una verdad que encanta el corazón. Todo en el universo está envuelto por el amor de Dios, una fuerza omnipotente y omnisciente que guía con sabiduría infinita. Él trabaja para rescatar a cada criatura de sus errores, conduciéndola a la felicidad y a la gloria eternas. Ese amor divino es el fundamento de todo lo que existe.
Esta revelación nos convoca a obedecer la espléndida Ley de Dios. Sus encantadores mandamientos son la expresión de Su amor, guiándonos para vivir en armonía con Su voluntad. Obedecer es sumergirse en ese amor, permitiendo que Él nos transforme y nos salve. La obediencia es el camino para recibir las bendiciones del Creador.
Amado, vive en obediencia para conectarte al amor eterno de Dios. El Padre guía a los obedientes a Su Hijo, Jesús, para salvación. Sigue Sus caminos, como lo hacía Jesús, y encuentra la gloria que Él ha preparado para ti. Adaptado de William Law. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.
Ora conmigo: Padre, te alabo por tu amor que creó todas las cosas. Enséñame a vivir en tu voluntad.
Señor, guíame a seguir tus encantadores mandamientos. Que mi corazón se rinda a tu plan.
Oh Dios amado, agradezco por tu amor que me rescata. Tu Hijo es mi Príncipe y Salvador. Tu espléndida Ley es la melodía que guía mi alma. Tus mandamientos son luces que iluminan mi camino. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.