La Ley de Dios: Devocional Diario: “Eche sobre él toda su ansiedad, porque él...

“Eche sobre él toda su ansiedad, porque él tiene cuidado de usted” (1 Pedro 5:7)

“Eche sobre Él toda su ansiedad…” Este es el llamado directo a llevar todo a su Padre. No importa lo que esté pesando en su corazón, hable con Él, entrégueselo a Él, y se liberará de esa confusión que el mundo le impone. Antes de enfrentar cualquier situación o tomar cualquier decisión, dígaselo a Dios, “moléstelo” con eso. Así es como encuentra libertad de la preocupación — poniendo todo a los pies del Señor y confiando en que Él cuida de usted.

¿Por qué Dios permite que pasemos por cosas difíciles? Porque Él quiere que usted reconozca que depende de Él, no solo con palabras bonitas, sino con acciones reales. Él permite que las tormentas lleguen para enseñarle a mirar al Creador, a admitir que no tiene todas las respuestas. Y cuando usted decide vivir en obediencia a Sus mandamientos, algo poderoso sucede: usted se posiciona como una criatura humilde, dependiente del Padre, y Él entra en acción.

Es ahí donde todo cambia. Quien obedece a la Ley de Dios recibe ayuda, bendiciones y es guiado a Jesús para liberación, protección y salvación. Entregar sus ansiedades a Dios y vivir según Su Palabra es lo que le lleva a la paz que el mundo no da. Entonces, deje de cargar todo solo, eche sus preocupaciones sobre Él hoy, obedezca al Creador, y vea cómo Él transforma su vida con Su cuidado perfecto. -Adaptado de R. Leighton. Hasta mañana, si el Señor nos permite.

Ora conmigo: Querido Dios, a menudo me encuentro cargando ansiedades que pesan en mi corazón, intentando resolver todo solo, en lugar de echar sobre Ti cada preocupación, como me invitas a hacer. Confieso que, muchas veces, dejo que el caos del mundo me confunda, olvidando “molestarte” con lo que enfrento antes de cualquier decisión. En este momento, reconozco que la libertad de la preocupación viene al poner todo a Tus pies, y te pido que me ayudes a entregar cada situación a Ti, confiando en que Tú cuidas de mí.

Mi Padre, hoy te pido que me des humildad para ver en las cosas difíciles un llamado a depender de Ti, no solo con palabras, sino con acciones de obediencia a Tus mandamientos. Enséñame a mirarte en las tormentas, admitiendo que no tengo todas las respuestas, y a vivir como criatura humilde que reconoce su necesidad del Creador. Te pido que me guíes para posicionarme en Tu presencia, sabiendo que, cuando obedezco, Tú entras en acción con Tu poder y cuidado en mi vida.

Oh, Santísimo Dios, te adoro y te alabo por prometer ayuda, bendiciones y guía a Jesús para liberación, protección y salvación a los que obedecen a Tu voluntad, trayéndome la paz que el mundo no da. Tu Hijo amado es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es el refugio que alivia mis ansiedades, una luz suave que calma mi corazón. Tus mandamientos son pasos firmes que me llevan a Ti. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



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