La Ley de Dios: Devocional Diario: No tengan miedo. Solo manténganse firmes y vean cómo...

“No tengan miedo. Solo manténganse firmes y vean cómo el Señor los rescatará en este día” (Éxodo 14:13).

Queridos, ¿han notado cómo Dios, a veces, lleva a sus hijos a lugares muy difíciles, de esos que parecen sin salida? Puede ser desalentador, lo sé, pero esas situaciones tienen un propósito espiritual profundo. Tal vez estés así ahora, confundido y cargando un gran peso. Pero aquí va una verdad: confía en que todo esto está en Sus manos, y el final mostrará el plan perfecto de Dios. Es en esos momentos que Él exhibe su bondad y su poder sin límites, listos para sorprenderte.

Amigos, estén atentos: Dios no solo te sacará de esto, sino que te enseñará algo que nunca olvidarás. ¿Y cuál es esa lección? Simple y esencial como el A-B-C: aceptar Sus instrucciones con reverencia y humildad. Cuando decides obedecer de corazón a Su poderosa Ley, aprendes lo que realmente importa. Es como un regalo que Él te da en medio de la tormenta, preparándote para algo mayor.

¡Aguanten firmes! Estos tiempos duros son el escenario donde Dios muestra quién es Él. Elige obedecer, y pronto verás: las cosas se arreglan, la paz llega corriendo y ese peso se va de tus hombros. Él te está guiando a un lugar de descanso y fuerza – confía en Él, porque lo mejor aún está por venir! -Adaptado de F. B. Meyer. Hasta mañana, si el Señor nos permite.

Ora conmigo: Querido Dios, a veces me siento confundido y cargando un peso que parece aplastar, pero quiero confiar en que todo está en Tus manos, parte de un plan perfecto que pronto revelará Tu bondad. Confieso que el desánimo golpea fuerte en estos momentos sin salida, pero sé que tienen un propósito espiritual profundo. Señor, ayúdame a creer en Tu poder sin límites, listo para sorprenderme, y a esperar el final glorioso que estás preparando.

Mi Padre, hoy Te pido que me des ojos atentos para aprender la lección que traes en estas tormentas, simple y esencial: aceptar Tus instrucciones con reverencia y humildad, obedeciendo de corazón a Tu poderosa Ley. Enséñame lo que realmente importa, transformando estos tiempos duros en un regalo que me prepara para algo mayor. Pido que me guíes a vivir Tu voluntad, para que vea Tu mano sacándome de esto con una paz que corre a mi encuentro.

Oh, Santísimo Dios, Te adoro y Te alabo por exhibir quién eres en los momentos más difíciles, guiándome al descanso y a la fuerza cuando elijo obedecer a Tu voluntad, prometiendo que lo mejor aún está por venir. Tu amado Hijo es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es la luz en mi camino oscuro. Tus mandamientos son la fuerza en mi debilidad. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



Compartir