
Durante siglos, las iglesias han enseñado cosas que Jesús nunca dijo. Colocan instrucciones y alertas inexistentes en las palabras de Cristo en los cuatro Evangelios. Enseñan que la muerte de Jesús eximiría a los gentiles de obedecer las leyes de Su Padre para ser salvos, y que, si alguien insiste en obedecer al Padre, estaría rechazando al Hijo y perdería la salvación. Nada de esto salió de los labios de Jesús, pero aún así enseñan como si Cristo quisiera que los gentiles siguieran estas mentiras para ser salvos. Desde el Edén, es la serpiente la que enseña desobediencia a Dios, y no Jesús. La salvación es individual. Ningún gentil subirá sin buscar seguir las mismas leyes entregadas a Israel, leyes que el propio Jesús y Sus apóstoles seguían. No sigas a la mayoría porque son muchos. | “Tú ordenaste tus mandamientos, para que los cumplamos a la perfección.” Salmos 119:4
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