Son pocas las almas que están dispuestas a obedecer todas las leyes que Dios nos entregó a través de los profetas en el Antiguo Testamento y de Jesús en los Evangelios. Y pocas son las que encuentran la puerta estrecha que lleva a la vida eterna. Tan pronto como Jesús volvió al Padre, el diablo inspiró a líderes a crear un plan de salvación para los gentiles que Jesús nunca enseñó. Basados en ese plan falso, millones de gentiles creen que serán salvados, incluso viviendo en desobediencia abierta. El gentil que realmente desea ser salvado por Cristo debe seguir las mismas leyes que el Padre entregó a la nación elegida. El Padre ve la fe y la valentía de ese gentil, a pesar de las dificultades, derrama Su amor sobre él, lo une a Israel y lo conduce al Hijo para el perdón y la salvación. | El gentil que se una al Señor, para servirle, siendo de este modo su siervo... y que se mantenga firme en mi pacto, también los llevaré a mi santo monte. (Isaías 56:6-7)

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