La Ley de Dios: Devocional Diario: "No confíes en tu propio entendimiento"...

"No confíes en tu propio entendimiento" (Proverbios 3:5).

La fe no se combina con la confianza en la sabiduría humana, ya sea la propia o la de otros. Fue exactamente esto lo que derribó a Eva: la primera tentación del diablo fue una oferta de sabiduría. “Serán como dioses, conociendo el bien y el mal”, dijo, y en el momento en que ella quiso saber más, dejó de confiar. Lo mismo ocurrió con los espías que costaron la Tierra Prometida a Israel. En lugar de creer en la promesa de Dios, decidieron investigar, como si necesitaran verificar si Dios estaba diciendo la verdad. Esta desconfianza abrió las puertas a la incredulidad, que cerró Canaán para toda una generación. La lección es clara: depender de la sabiduría humana debilita la fe.

Dios no quiere que dialogues con Él como si estuvieras negociando la verdad. Él te llama a confiar, a ejercitar la fe, a creer incluso cuando no entiendes todo. Los mandamientos de Él no son una invitación al debate; existen para probar tu confianza y bendecirte. Cuando intentas reemplazar la fe por tu propia lógica o la opinión de otros, pierdes lo mejor que Dios tiene para ti. La fe verdadera no necesita pruebas humanas para sostenerse — se basa en la Palabra de Dios, pura y simple, y te lleva a una vida de bendiciones y salvación.

Y aquí está lo que importa: solo quien obedece tiene la fe que salva. Los mandamientos de Dios son el camino para demostrar que confías en Él, y esa confianza abre las puertas a Sus promesas. No fue la sabiduría de los espías lo que trajo la victoria, sino la fe de Josué y Caleb. Entonces, deja de confiar en lo que tú o otros creen saber. Decide obedecer a la Ley de Dios, vive por fe, y verás que Él es fiel para bendecirte y salvarte, aquí y en la eternidad. -Adaptado de A. B. Simpson. Hasta mañana, si el Señor nos lo permite.

Ora conmigo: Querido Dios, confieso que, muchas veces, intento investigar o negociar Tu verdad, abriendo puertas a la incredulidad que debilita mi confianza en Ti. Hoy, reconozco que depender de la lógica humana cierra las bendiciones que tienes para mí, y te pido que me ayudes a creer en Tu Palabra, pura y simple, sin dejar que la desconfianza robe mi fe.

Mi Padre, hoy te pido que me des un corazón que confíe en Ti plenamente, sin dialogar como si pudiera negociar Tu voluntad, sino que acepte Tus mandamientos como prueba de mi fe. Enséñame a no reemplazar la fe por mi lógica o la opinión ajena, sino a basarme solo en Ti, sabiendo que la fe verdadera no necesita pruebas humanas para sostenerse. Te pido que me guíes para obedecer Tu Palabra, porque quiero vivir una vida de bendiciones y salvación que proviene de confiar en Ti de todo corazón.

Oh, Santísimo Dios, te adoro y te alabo por prometer bendiciones y salvación a los que obedecen Tu voluntad. Tu Hijo amado es mi eterno Príncipe y Salvador. Tu poderosa Ley es el fundamento que sostiene mi confianza, una luz clara que guía mi camino. Tus mandamientos son llaves que abren las puertas de Tus promesas, un canto de fe que resuena en mi alma. Oro en el precioso nombre de Jesús, amén.



Compartir