
Nunca veremos a un líder enseñar que debemos desobedecer la Ley de Dios para ser salvos. El diablo es maligno, pero no es idiota. La astucia de la serpiente consiste en hablar con una sutileza contradictoria. Por un lado, los líderes dicen que la Ley de Dios es santa, justa y buena, citando incluso los salmos. Por otro lado, defienden la doctrina del “favor inmerecido” y dicen que obedecer las leyes de Dios no ayudará en la salvación. Peor aún, enseñan que insistir en esto significa “negar a Cristo” y que tal persona será condenada. Jesús nunca enseñó esto ni autorizó a ningún hombre después de Él a predicar tal absurdo. Lo que Jesús enseñó es que nadie va a Él si el Padre no lo envía y el Padre jamás enviará a los desobedientes declarados al Hijo. | “Nadie puede venir a mí si el Padre, que me envió, no lo trae; y yo lo resucitaré en el último día.” Juan 6:44
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